Articulo de opinión

La discriminación disfrazada y sutil como una de las formas más peligrosas de legitimación del poder dominante. El ejemplo de París con respecto al caso del alojamiento.

¿Quién ha dicho discriminación? Cuando la propia palabra censura se erradica del vocabulario cotidiano y las políticas junto con los medios de comunicación presentan una sociedad transparente, se entra en una grave dinámica de conflicto.
La sociedad francesa con su predominio de políticas sociales y su lema revolucionario "libertad, igualdad y fraternidad" se erige como una sociedad abierta que contrasta con los resultados de las últimas elecciones donde la extrema derecha consiguió llegar a las segundas vueltas.
El debate emergente sin cita en la agenda pública es “El Alojamiento”. Crisis y tensiones en los arrendamientos y en los alquileres de vivienda.
Cierto es, que existe una ayuda económica social importante por parte del gobierno con respecto a los alquileres familiares y estudiantes que distribuye la C.A.F. (Caisses d´Allocations Familiares) Pero hasta llegar a este punto las dificultades soterradas son inimaginables.
En primer lugar para realizar cualquier trámite de alquiler se necesita una cuenta en un banco francés, pero, para abrir una cuenta en un banco francés se necesita un contrato de arrendamiento. ¿Qué pasa no sólo con los extranjeros? Bien sean ilegales o europeos.- En una supuesta Europa abierta y libre, trasladar el lugar de residencia dentro de la misma resulta igual de complejo que desplazarse a cualquier otro continente. - Una vez que la primera condición se encuentra cubierta, el segundo requisito prácticamente indispensable para alquilar es tener un aval francés. Un aval español no es válido, porque las leyes que protegen al propietario sólo tienen validez en el territorio francés y cualquier recurso de apelación por parte del propietario tiene un coste elevado de tiempo y dinero. Existen varias alternativas.
El ayuntamiento se presenta asimismo como aval cuando se es menor de 26 años. La trampa reside en que sólo aprueba o reniega una vez que el contrato esta firmado, es decir, el propietario debe firmar a ciegas para que el contrato se gestione. Pero pocas veces funciona ya que en caso de que no sea aceptado por el ayuntamiento su posterior anulación no es factible.
La tercera vía es hacer una caución solidaria en el banco, es decir, bloquear la cantidad de dinero referente al contrato durante el susodicho periodo. En resumen, para alquilar un piso en París es necesario tener una cuenta bancaria, un aval francés que responda en caso de impago y un depósito de garantía de dos meses, que aseguren cualquier desperfecto, así como el primer mes de alquiler por adelantado. El precio de un estudio amueblado de 15 metros cuadrados para una persona (la legislación varía en función de si la vivienda esta o no amueblada) oscila entre los 45o y 700 euros mensuales. Lo que lleva a un primer desembolso de 1.5oo euros. Todo ello si no le sumamos los gastos de inmobiliaria que se encuentran alrededor del 16% anual, es decir, algo más de un mes de arrendamiento, ¿quién se lo puede permitir?

Usted mismo puede ver los precios de los pisos en Paris en www.pap.fr. Página web de alquiler de particular a particular.
Nota de pie. La cocina y el baño son contabilizadas como piezas de la casa. Un apartamento con dos piezas o tres piezas suelen tener un único dormitorio.
No es sólo denunciable la crisis de alojamiento, sino las condiciones inhumanas e insalubres en las que viven una ingente cantidad de personas debido a la relación entre el precio del territorio urbanizado y los metros cuadrados.
Si la ministra de vivienda diera aquí 30 metros cuadrados por persona tendríamos que dar gracias. Tener 9 en dos plantas con mezanine esta a la orden del día, con el baño y la cocina en el pasillo… es como para llorar