miércoles, julio 20, 2005

20 horas con Paco

Paco es de Barcelona y puede que su casa este junto a la casa de Lis. Tiene el pelo rubio apagado y los ojos azules rayo. Lleva barba de dos días. Viaja por el mapa en un macro autobus verde de dos pisos que esta vacío. El autobús no tiene más que aceite para engrasar el corazón, y un gira-sol como estampa. Paco duerme cada día en un hotel diferente. Siempre pide una habitación acogedora a las afueras de cual sea la ciudad en la que esté. Come en cualquier sitio que sea recomendable. Y los domingos va a ver como despegan los aviones de papel en la exhibición de maquetas deshojadas. Paco vive invitando a subir a la gente al autobus verde que conduce Carlos. Quien sólo cuenta chistes de negros y mujeres y come chiches de menta y hace pompas sin parar hasta cuando duerme y sus labios son de boomer. Al correr un par de días, juntos, cambian de ciudad. Vuelta a empezar el día. Durante ocho horas con cuatro chicas desconocidas Paco habla de aceite adulterado con sabor a zumo de melocotón y a bifidus activo de yogurt. Viaja. No se queda con ninguna chica. Espera. A Paco se le oxidó el amor por culpa de Sol. De ella conserva todavía una alianza que lleva en el dedo corazón.

1 comentario:

Administrador dijo...

me ha encantado, es toda una historia de vida y tristeza, precioso, un beso, Patricia