miércoles, julio 20, 2005

Los Diálogos

Acércate, inclinó el cuerpo sobre el mostrador, me encanta el olor de la pescadilla, ella se ruborizó un instante, pescadero, sin caña no se puede pescar, ponme una angula larga, compacta que esté gorda, fresca chiquilla, y las miradas malintencionadas descongelaron a Wilt, que estaba allí pasmado, con su pelo rubio, y sus ojos azules, tan azules como el amanecer tras largas noches. Pensando como pedir vez, se necesita ticket, eh! no te cueles eh!, a los guiris se os da muy bien hacerlos los tontos, no entieindo, no entiendo, ja, llevo yo aquí 14 minutos con el 41, movió los ojos a la derecha, a la izquierda, como si fuera a cruzar la calle, alargó su brazo rojo cangrejo y sacó un número de la cesta que estaba en el mostrador entre la risa de La Pepi intentó aguantarse pero no pudo, rubio, que esto no es la ruleta americana, no se viene al mercado a jugar, tienes que coger el numero en la maquina, esa roaj, sí la roja esa, lo que yo decía no entieindo, no entieindo, que me toma el pelo, lo que intentaba era buscar en los tikets pasados uno anterior al 41, que no tengo todo el día, Clara, la Chiquilla que no era una más que una gamba, todo cuerpo, rozó su brazo, um que bueno, almejas, es lo mejor del día, tienes que pedir almejas, Wilt no sabía donde meterse, ninguna guía turística contenía advertencias sobre los mercados de bastos, o abajos, ah! abastos, capitán te hago esta noche una cena con ellas a la marinera. Cortó con el cuchillo machete tajantemente la cabeza de la angula y miro a Wilt, quieres que te limpie, que gracioso pensaba Clara, no se me cae tanto la baba como a ti, que pareces un caracol, baboso, si por favor límpiame un poco las escamas, y sonrió.

1 comentario:

M.Ángeles dijo...

Voy a colgar un post para ti, por si no sabes quién soy. ¿Cómo te va?